La niña ‘er pirsing

El piercing se ha infectado. No quiera Dios que me libre yo de ninguna fuente de estres ni ansiedad, aunque claro, dirá Dios que a él que le cuento, que si soy imbécil y permito lo que permito no vaya luego pidiendo cuentas ni buscando responsabilidades, y que apechugue.

La cosa empezó como empiezan siempre estas cosas – Yo eso lo veo un poco raro ¿no se te habrá infectado? Nooooooooo Mami!!!!!!!!!!!!!!!!!! eso es normal, me lo ha dicho la Ivette, luego se pasa – porque su amiga Ivette es listísima y sabe de todo mucho más que su madre, claro. Hasta la madre de la Ivette sabe más que yo también, y no digamos Internet – Es que lo he leído en Facebook – Pues nada, hija, haber empezado por ahí, y yo me callo. Así que la cosa terminó como suele terminar, con el consabido – ¿Que te dije yo? nunca me haces caso, tú sabes mucho, el día que te des cuenta y me obedezcas…y blablablabla – Bueno…terminar…en ello estamos…

La seta como es habitual en ella también, ha entrado en bucle histérico-neurótico y me está dando unos días muy chulos, llenos de raticos de diversión extra, justo lo que yo necesito. Llegar de trabajar y a los 5 minutos estar ya gritando encabronada me sienta estupendamente, y las amenazas de que yo este verano no la aguanto y la envío con su padre a modo de colonias paramilitares para que aprenda lo que es disciplina, obedecer órdenes y sentirse oprimida de verdad, van tomando forma.

Luego vienen los – Perdona mami, que se me va la cabeza – porque se acojona, y sabe que por mucho que acaba de gritar que no la dejo hacer nada y que la tengo de monja de clausura según palabras propias, es mentira, y es con su padre con quien no tiene nada que rascar, que la iba a poner firme en cuatro días…o no…ésto es algo que me queda por comprobar,  yo lo utilizo a modo de hombre del saco pero a veces me temo que de hacer algo así el padre me venga lloriqueando también y diciendo que él no puede con tanto.

El caso, después de una semana a base de desinfectantes y pomada, eso…esa cosa rara, está peor, y tiene una especie de pelotita alrededor de su amado piercing que amenaza con reabsorber y envolver el brillantito, así que siguiendo el consejo de la farmacéutica le digo que el piercing va fuera.

Noooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No me lo quito!!!!!!!!!!!!!! Noooooooo!!!!!!!!!!!!! que dice Internet que no se puede quitar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! – Internet…ese oráculo de sabiduría…ese dios con pies de barro…esos foros llenos de niñatos incultos compartiendo su ignorancia…  Todo esto chillando, llorando a lágrima viva y corriendo por el pasillo conmigo detrás persiguiéndola, todo muy ridículo y absurdo, porque lo único que consigue es que se me nuble la mente y cuando la alcanzo no soy persona, hasta tartamudeo de la mala hostia y de reprimir el deseo de pegarle un par de bofetadas y acabar con tanta tontería.

La engancho por el brazo y la zarandeo…zarandear a una niña que ya es más alta y tiene más cuerpo que yo es una sensación extraña y desagradable que me descoloca, y que me mire con esa cara de perdonavidas gritándome con la mirada que estoy loca, más todavía, pero es que me puede, me saca de mis casillas y no razono. Aún así lo intento…

Vamos a ver hija mía, que tienes una infección y ha dicho la farmacéutica… Se me va a cerrar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! se me va a cerraaaaaaaaaaar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! La chica de la tienda dijo que no me lo quitaraaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! – Aquí lo único que interesa es que el agujero no se cierre, aunque sea a costa de lucir un brillante en un boniato en lugar de nariz.

Pero la farmacéutica cuenta con estudios, por algo se ha hecho ella su carrera...Y la chica tiene sus estudios de piercing!!!!!!!!!!!!! Claaaaaro, licenciada por la Universidad de Calasparras ¿como se me ocurre a mí dudar o comparar una cosa con la otra?

Total, que le obligo a quitárselo entre llantos – Elisa, por dios!!!!!!!!!!!! que se te están colando las lágrimas por el piercing y vas a empeorar la cosa!!!!!!!!!!

Mira mami!!!!!!!!!!!!!!!! Se me está cerrando. Se cierra mamiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Se ha cerrado!!!!!!!!!!!!!!!!!!! – No sé que tipo de rayos X  tiene esta criatura en los ojos que le hacen ser capaz de ver todas esas reacciones y a esa velocidad mirando su nariz en el espejo sin despegarse del lavabo.

Una nariz preciosa, con un grano-bola ahí en mitad…si es que…ganas de complicar la cosa, no es suficiente el – Estoy gorda. Estoy blanca. Tengo pelos. Tengo granos – para añadir más problemas, que son evitables.

La culpa es mía por imbécil y permitírtelo todo. Que eres demasiado pequeña para estas cosas, te crees muy mayor y luego no sabes gestionar una crisis. Como sigas así no vuelves a colocarte el piercing ni con infección ni sin infección, joder!!!!! Menos mal que te vas con tu padre y me dejas en paz. Llévate la pomada y cura estos días esa pelota

JA! El sábado por la mañana recibo guasap:

28 de jun., 10:17 - Elisa: mama el agujero completamente cerrado
28 de jun., 10:17 - Elisa: pero todo eh
28 de jun., 10:18 - Elisa: tenia razon la de la tienda de los piercings
28 de jun., 10:19 - Elisa: te lo juro mama no hay ni rastro
28 de jun., 10:19 - Elisa: nisiquiera por dentro de la nariz
28 de jun., 10:19 - Inma: No seas pesada elisa, el agujero esta ahi hecho 
                          y ella lo vera y encontrara
28 de jun., 10:19 - Inma: Tu ahora solo tienes que preocuparte de curarlo
28 de jun., 10:20 - Elisa: que no mama joder que te lp digo yo, he leeido ke 
                           si quemas una aguja bien y le pones alcohol para ver si 
                           sigue ahi el agujero
28 de jun., 10:20 - Elisa: y eske no hay por dnde meterla mama
28 de jun., 10:20 - Elisa: de verdad

Aquí alarmada he cortado guasap y la he telefoneado, esta niña es idiota.

¿No habrás sido capaz de andar hurgándote con una aguja? Ehhhhhhh…..noooooo mami….sólo lo he leído… Los cojones! Te voy a matar! Que es que no tienes cabeza…– A todo ésto escucho a su padre a lo lejos guerreando con sus dos pequeños – ¿Que hace tu padre? no se entera de nada ¿no?

Y aquí ando. Esperando a ver esta tarde de domingo como me llega, si con una patata por nariz, o si la trae  en la mano envuelta en papel de cocina, o a saber qué. Como llegue su padre quejándose del fin de semana que le ha dado, los envío a los dos por donde han venido y me cojo vacaciones perpetuas de adolescencia.

P.D. Felicidades al niño de La Boticaria, JuanFran, otro que cumple 14 como la mía, pero creo que bastante más llevaderos, es niño, es otra cosa…

Los excesos de mi comentario

Querido Dess, nuestro  gran líder de opinión me va a hacer salir de mi retiro espiritual con su último post, que ya muchos habréis leído, pero que AQUÍ enlazo para disfrute y solaz de los que no lo hayáis hecho. En él hace un análisis en su estilo de siempre, serio, riguroso y formal…espera…rebobino…quería decir en su estilo de siempre, y ahí lo dejo. Dess tiene eso, a lo tonto a lo tonto él las suelta como quien no quiere la cosa, te crees que estás leyendo una chorrada y cuando te das cuenta te ha largado una reflexión y ya ha dado en el clavo de nuevo.
Que me ha removío las entrañas vamos. Le iba a comentar y he pensado que el comentario sería tan largo que de ahí mejor me sacaba un post y mataba dos pájaros de un tiro. No está una con su dispersión actual para ir desperdiciando oportunidades ni derrochando el poco ingenio que le queda en blogs ajenos. Me pierdo una participación más en el sorteo para pasar una noche de amor con el autor, pero entre nosotros, creo que es un bocas y un fraude ¿Alguna ha accedido ya al premio? si es así que hable y lo explique porque yo creo que es todo cuento para tenernos ahí enganchadas.
Y bueno…se dedica él a hacer una comparativa entre La Lista de Schindler y El Pianista uniéndolas con el fino hilo de su temática, y digo fino porque no puede haber dos películas más diferentes en su modo y planteamiento, tal y como él deja claro, una la define como «comedida» y otra como «excesiva». Adivina, adivinanza a cual le corresponde cada adjetivo…
Todo aquel que me siga sabe de mi pasión por La Lista, la volví a ver hace poco con la seta, también lo sabéis. Días más tarde revisioné con ella El Pianista, así que están frescas en mi memoria…todo lo frescas que pueden estar teniendo en cuenta mi memoria de pez Dory, también hay que decirlo.
Dess tiene razón en el fondo de su planteamiento, toda la razón, así que no abundaré por ahí, decir que estoy de acuerdo y punto, lo que me ha hecho pensar y reflexionar es otro asunto colateral que va implícito en el post.
Y por fin, después de…cuento…cinco párrafos totalmente prescindibles, empiezo a personalizar y ofrecer mi punto de vista:
Entrar en el mundo del cine a mí me ha costado mucho, y cuando digo entrar me refiero a asimilar e interiorizar que lo que veo es un espectáculo, un circo,  y que como tal me lo tengo que mirar, dejando atrás preguntas y análisis sobre lo que es creíble, y sobre su desproporción y exceso. Estoy hablando del cine al que todos estamos acostumbrados, el gran triunfador, el cine americano con todos sus estereotipos, tópicos y topicazos, la gran industria del entretenimiento.
Durante años he tratado de huir de él precisamente por todo ésto, y siempre preferí  historias pequeñitas, de esas que luego oyes a la gente gruñir porque no pasa nada en ellas – Es que sólo hablan Es que no hay tirosEs que acaba igual que empieza… – Ya…como la vida, es lo que hay…Por eso siempre he preferido el cine que habla de perdedores y fracasados, porque héroes conozco yo pocos en mi día a día, y un mal final me llega más porque es más real, sí, como la vida…
No obstante, a base de sentarme horas y horas en el sofá por dar gusto al hombre de turno, a visionar películas que por mí misma jamás me hubieran interesado, pues una le va cogiendo el punto y aunque no he llegado al extremo de comprender a James Bond y su idiosincrasia, ni soy capaz de verle el qué a una película como 300, que por cierto me obligaron a ver hace dos días, y me aburrió mortalmente, pues me he ido acostumbrando a hacer como con los hombres, léase no pedir imposibles, no hacerme preguntas y  aceptarlos tal y como son e intentar disfrutar de lo que pueden ofrecer.
Y cuando una consigue todo eso llega Dess a decir que La Lista es excesiva. Pues claro que lo es, es Spielberg, y es excesiva como el 95% de las películas que vemos, y es tocafibras, y sentimentaloide, y populista en el amplio sentido de la palabra, toda la razón, pero no más que muchas otras, es el cine al que nos tienen acostumbrados cuando hay suerte y hacen buen cine, porque encima nos comemos muchas veces excesos de los malos, que es ya cuando adquieren la consideración de bodrio.
A lo que voy es a que no puede uno rasgarse las vestiduras ni echar en cara los excesos de La Lista, cuando eso es lo común en el cine y lo que hemos aceptado y aplaudido, por eso sigue haciéndose, porque llena Salas. 
En ese sentido La lista es más burda, va al recurso fácil, porque somos simples  y es sencillo manipularnos tocando los resortes adecuados, peeeeeero Spielberg los toca muy bien tocados, hay que reconocerlo.
Luego está El Pianista, que es la excepción, el cine al que no estamos acostumbrados, y ojo…con un mérito añadido, es muchísimo más difícil mantener el interés haciendo una peli con ese ritmo y de esa manera, que lo otro es muy facilón. Para eso hay que ser un genio y/o Polansky. Coge a un tipo normal, anodino, házle pasar la guerra escondido, sin un sólo acto heroico ni escena épica. Desconcertado, perplejo y sin entender muy bien que ocurre se limita  a tratar de sobrevivir y pasar desapercibido mientras transcurre la tormenta, desmadejándose por el camino, agotado, débil y resignado, es decir, lo que usted y yo haríamos, sin más. Haz ésto con pocos diálogos, sin escenas truculentas y consigue transmitir y contagiar ese poso de desolación y fatalidad al televidente, y ahí tienes El Pianista.
Es difícil, ya quisiera yo más películas así, pero estamos hechos al sensacionalismo, al ritmo trepidante y las grandes escenas repletas de simbolismo, y «llegar» de otras maneras sin aburrir requiere mucho más talento y un trabajo mucho más exhaustivo en todos los sentidos, cuidar cada imagen, cada diálogo, cada gesto, y que resulte imperceptible, natural y fluido.
Hasta aquí mi comentario…más o menos…Terminaré como Dess, grandes películas las dos, cada una en su estilo y a su manera, yo no sabría con cual quedarme porque no, no son comparables, son demasiado diferentes, y hay que verlas las dos.

(Por cierto, para quien le guste Polansky, hace unos días volví a ver también después de muchos años La muerte y la doncella, en su línea, otra gran película con Sigourney Weaver, y casualmente Ben Kingsley, el contable judío de La Lista en un papel bien diferente.)

Mis disculpas a Dess por aprovechar el tirón, y a vosotros por leer dos veces sobre lo mismo, pero me apetecía y estoy por darle gusto y salida a mis apetencias.

El tiempo ha pasado

Ayer de repente fui consciente, como en una revelación, de que el tiempo ha pasado. Inexorable, inclemente, para siempre, no hay vuelta atrás. Una obviedad ¿verdad? Pues tan torpe soy que hasta ayer he vivido de espaldas a esa realidad, más bien a las consecuencias de esa realidad.
Claro que podía verbalizar la frase – El tiempo ha pasado – pero no la sentía, no era capaz de sentir todo el peso de lo que eso significa.
Simplemente estábamos de nuevo en El Borne – día de chicas – sentadas en El Barroco las tres pepas, divagando delante de nuestros mojitos – uno de ellos sin alcohol, conste en acta – recordando otros momentos en el mismo lugar. Les contaba por enésima vez como hace tan sólo 6 años uno de los camareros, guapo como un modelo de revista, alto, rubio, 10 años más joven que yo y con mucho peligro en la mirada, me había cogido de la mano sonriendo al ir a pagar, después de no quitarme ojo durante toda la tarde, y me había dicho – espérate aquí en la barra, salgo a las 12 y nos vamos por ahi a quemar la noche – Me tentó. No me atreví, a puntito estuve de cerrar los ojos y dejarme llevar por aquel adonis que tenía un morbo de morirse, pero me acobardé, salió mi punto sensato y responsable y lo dejé pasar. No importa, lo importante aquí…- ¿triunfaste eh mami?????? – Sí…eso es lo importante, que el tío le dio de comer a mi ego para meses. Ayer, si el mismo camarero me hubiese visto se hubiera acercado a decirme – ¿que quiere la señora? ¿Una infusión de hierbaluisa para los sofocos? – Sólo han pasado 6 años, pero el tiempo pasa inexorable, inclemente, no hay marcha atrás.
Tal vez no sea tan así. Quizás es cuestión de actitud. Hace 6 años yo también gritaba peligro con la mirada.
Hoy me miro y estoy cansada, me siento como una matrona, en su acepción más coloquial, y eso es lo que grita mi pose y cada uno de mis movimientos. Me he visto en las fotos que hicimos ayer y no me he reconocido, no puedo ser yo esa señora con aspecto de mi madre en fotos de hace 20 años. Vale…mi madre nunca se hubiera puesto ese trapo negro calado, pero por lo demás…
Se ha acercado un grupo de chicas, debían rondar los 25, eran extranjeras, estaban de vacaciones, querían que les hiciéramos una foto. Ni guapas ni feas, ni altas ni bajas, completamente normales y anodinas. A su alrededor había un halo, un aroma… se palpaba todo un mundo de promesas, esperanzas, alegría e ilusión. Mi hermana me ha mirado – ¿Te imaginas en El Borne con 20 años de vacaciones, sin responsabilidades, más que con ganas de pasarlo bien y disfrutar la vida? – Y ha sido entonces cuando lo he sentido, como un mazazo – Eva…podremos fantasear sobre nuestro futuro aquí, en nuestro piso antiguo de techos altos, hacer proyectos para cuando estemos de vuelta de todo, paseando apoyadas la una en la otra, viejunas perdidas, pero ya nunca jamás recuperaremos ese otro tiempo, ni los 20, ni los 30, ni tan siquiera los 40. Sólo podemos mirar hacia atrás con nostalgia, pensar en las oportunidades que se perdieron, la energía que derrochamos, aquella sensación de que un mundo de posibilidades se abría ante nosotras, que todo estaba por descubrir y nuestra historia por escribir…-
Empiezo a pensar en que he desperdiciado mi vida, no porque no haya hecho nada importante en ella, sino porque echo la vista atrás y ¿cuánto de ese tiempo he sido realmente feliz? Quitando raticos y momentos puntuales ¿Cuánto tiempo me he sentido plenamente satisfecha con mi vida, creyendo que hacía lo que debía hacer y disfrutando con ello? Tres años en una fase…otros dos en otra…¿Cinco años de felicidad de casi 47? No sé si compensa, algo he hecho muy mal, en algo ando completamente equivocada. Solamente pensar en mi hija equilibra la balanza y le da sentido a todo pero ¿es necesaria otra vida para dar sentido a la mía? ¿tan pobre soy? ¿Me toca ya vivir a través de las alegrías, las penas y las experiencias de mi seta?
He vivido momentos, más que momentos, tiempos malos. Sé lo que es, sé distinguirlo. Éstos no son malos tiempos, no tengo de qué quejarme, al contrario, es una etapa de cierta paz y estabilidad, y así debería valorarla. Me faltan objetivos, ilusiones, una meta que alcanzar que me motive…Lo sé, soy vulgar y corriente, ésto nos ocurre a muchos, no estoy viviendo nada excepcional, pero lo estoy viviendo y sintiendo yo, y es lo que hay.
Hablo con Adela, la dueña de mi tienda favorita, está como yo. Hablo con vecinas, conocidas de mi edad, sin tocar el tema, no es necesario, nos entendemos con cuatro frases – Estoy rara. No sé que me pasa. No tengo ilusión. No tengo ganas de nada. Con lo que a mí me gustaba…y ahora… – No hace falta más, sabemos de que hablamos…
Y ya…para un rato de gilipolleces ya es suficiente.

Ayer también me reí, y mucho, como siempre…

Qué fugaz la juventud, imposible de parar.
Cómo se escapó de entre tus dedos.
Tanto tiempo de luchar, morir y resucitar…
Creo que nada es de verdad,
y si me despierto siento miedo.

Miedo a reconocer, que no me porto bien…
Miedo a vivir, miedo a sufrir, miedo a perder.
Miedo a subir al cielo de tu mano.

Miedo a no verte más, miedo a la realidad.
Miedo a vivir bajo las luces de la oscuridad.
Miedo a que no contestes si te llamo.
Miedo a pensar que tú mañana sentirás, miedo.

Fue difícil superar el cañón del «qué dirán».
Desgastando el calcio de tus huesos.
Hay mentiras piadosas, qué más da…
La sangre no siente nada en realidad.
Me recuesto a descansar, y si me despierto siento miedo.

Asustado, hoy te siento aquí a mi lado, 
y grito fuerte para no pensar.
Pero resulta tan difícil escapar del pasado,
Que me empuja de costado
Y me hace tan difícil caminar.
Hoy me resulta imposible escapar de él.

Gracias

Gracias Silvia
Gracias Rosa Mª N.
Gracias Covadonga
Gracias Bypils
Gracias Susana
Gracias Dess
Gracias Álter
Gracias Jatz
Gracias Mandi
Gracias Cecilia
Gracias Matt
Gracias Jorge
Gracias Telma
Gracias Yeste
Gracias ANA
Y Gracias a todos en general.

Corre, dijo la tortuga,
atrévete, dijo el cobarde,
estoy de vuelta dijo un tipo que nunca fue a ninguna parte.
Sálvame, dijo el verdugo, 
sé que has sido tú dijo el culpable,
no me grites, dijo el sordo,
hoy es jueves, dijo el martes,
y tú no te perfumes con palabras para consolarme.
Déjame solo conmigo,
con el íntimo enemigo que malvive de pensión en mi corazón.
El receloso, el fugitivo, el más oscuro de los dos,
el pariente pobre de la duda,
el que nunca se desnuda, si no me desnudo yo,
el caprichoso, el orgulloso, el otro, el cómplice, el traidor.

A ti te estoy hablando, a ti, que nunca sigues mis consejos,
a ti te estoy gritando, a ti, que estas metido en mi pellejo,
a ti que estás llorando ahí, al otro lado del espejo,
a ti, que no te debo,
más que el empujón que anoche, me llevó a escribir esta canción.

No mientas, dijo el mentiroso,
buena suerte, dijo el gafe,
ocúpate del alma, dijo el gordo vendedor de carne,
pruébame, dijo el veneno, 
ámame como odian los amantes.
Drogas no, dijo el camello,
cuanto vales, dijo el gangster,
a punto de rendirme estaba,
a un paso de quemar las naves,
cuando al borde del camino, por dos veces el destino
me hizo un guiño en forma de labios de mujer. 

¿Nos invitas a una copa?,
yo te secaré el sudor,
yo te abrazaré bajo la ropa,
¿y quien va a dormir conmigo? ni lo sueñes, contestó,
una indignada, y otra encantada, no dijo nada y sonrió.

A ti te estoy hablando, a ti, que nunca sigues mis consejos,
a ti te estoy gritando, a ti, que estás metido en mi pellejo,
a ti que estás llorando ahí, al otro lado del espejo, a ti, que no te debo,
más que el empujón que anoche, me llevó a escribir esta canción.

Explicaciones

Estoy rara, ésto es así. No sé que me ocurre ni tengo motivos objetivos ni concretos para que me ocurra nada, pero estoy desmotivada, apática y…bueno, por eso escribo «rara», no encuentro otra palabra que defina mejor lo indefinible y lo ambiguo de mi estado anímico.

Voy dejando pasar los días, esperando a que ésto sea transitorio y pase, no es la primera vez que me ocurre, pero nunca había durado tanto. Y no… no pasa, sigo igual, así que es hora de moverme en alguna dirección, en lugar de seguir con cara de pasmada y ese run-run interior, esa inquietud por querer tener ganas.

Os voy leyendo a todos porque eso sí me apetece, no trato de agradaros ni regalaros los oídos, digo lo que hay, me encanta leeros y me da gusto, pero no tengo ganas de comentar, ni tan siquiera de responder comentarios aquí, ya véis que extrañamente se quedan la mayoría ahí agonizando desde hace varias entradas, con lo que a mí me gusta contestar.
Incluso he recibido varios e-mails de las personas más cercanas interesándose por mí, aprovecho para agradecer ese interés y disculparme por no responder, lo siento de verdad, pero no tengo ánimos ni ganas, espero que podáis comprenderlo, e imagino que es así.
Llevo muchos días tratando de comprender que me pasa, buscando respuestas y porqués, y no llegan. Sólo sé que no tiene nada que ver con el blog, en realidad con nada externo ni con nadie que me rodee, es algo más profundo e íntimo, conmigo misma, pero que está afectando entre otras cosas a mi ritmo aquí. No sé si es transitorio y pasará o no, no tengo ni idea de nada ahora mismo.
A ratos me apetece escribir, pero de una forma muy caótica, expresar pero sin orden ni concierto, apuntar dos líneas, estupideces que nadie entenderá. No tengo ganas de forzarme, ni de presionarme intentando componer algo coherente o agradable de leer, esa obligación voluntaria que terminamos imponiéndonos y que yo considero positiva porque empuja y da vidilla, nos reta, pero ahora no puedo con ella.
Termino ya. No sé si seguiré escribiendo o no, no sé si me voy o me quedo, no sé si me iré pero volveré. Un asco, vamos.
De cualquier manera me parecía feo desaparecer sin decir ni mu, iba a hacerlo, cortar hilos y diluirme en el ciber espacio como si nunca hubiera estado aquí, muy propio de mí, pero sé que me arrepentiré cuando toda esta gilipollez se me pase, y siento que debo explicarlo…que os lo debo.
Tal vez escriba de vez en cuando, tal vez no…si lo hago ya digo que será sin la presión de pensar en quien lee o deja de leer. No obstante cierro comentarios en esta entrada y en el blog en general. Recibirlos y no contestar, recibirlos y no corresponder en vuestras entradas me hace sentir culpable, esta puta culpabilidad constante por todo acabará conmigo.
Dejar abierto y constatar que dejáis de comentarme poco a poco porque no interactuo, me va a joder también, es lo normal, ocurre así y no pasa nada, pero prefiero evitarme el disgusto. Me cargo la opción y termino con la incertidumbre.
En la sombra pero sigo ahí, entrando y saliendo por vuestros blogs, lo sepáis. Sé que ha habido Tontás, aunque la impulsora siga «tonta», memes que yo misma he compartido y nominado, se ha abierto un gabinete de psicología, se ha publicado un libro con día de firmas y todo (ole, ole), se han dado premios por la cara bonita,se han hecho homenajes, se ha redundado en la redundancia, y he entendido por fin que se puede ser inteligente y eso no implica ser sensato, que tranquila me he quedado…Lo sé todo, estoy al acecho así que eso sí, no habléis mal de mí que me enteraré.
Un beso a todos, y gracias. Muchas, muchas, muchas gracias por compartir, por las risas y los buenos ratos.
Joder! Suena a despedida, y no lo pretendo. No… espero y deseo que no sea una despedida, sólo un kit-kat.

Jugando a metamorfosearme

Me encanta ésto de las cadenas, en este caso una variante de los premiacos que nos damos unos a otros, y que últimamente andan paraditos, al menos para mí, aunque la verdad, pa que andarnos con modestias, si es
que ya me han llegado todos.
Una tontada como otra cualquiera, con poco o nulo interés para el lector, pero que te permite hacer una entrada en 10 minutos sin pretensión ninguna, por tanto sin la presión que normalmente nos autoimponemos para que salga algo minímamente interesante, y por otra parte, como va rulando por los blogs asiduos resulta divertido formar parte de ella y verse integrada en la movidita.
Lo leí en el blog de Elvis, y al ver a sus nominados pensé – en cualquier momento me llega – Efectivamente, Elvis lo pasó a Álter, Álter a Cecilia y ésta última me lo ha trasladado, o encolomao, como queráis llamarlo.
Pues venga: meme..meme…metamorfoseando:

Si yo fuera…

…Un animal: Sería un gato casero, gordo, mimado y pasota. No conozco bichos que vivan mejor desde la percepción que yo tengo últimamente de lo que es vivir bien. Léase, tener aseguradas las habichuelas y el hogar, no dar palo al agua y pasarse el día dormitando y literalmente lamiéndose los huevos, mientras te dejan hacer lo que te da la gana resignados a que un gato va a su aire y no lo vas a domesticar nunca, encima caes en gracia, así que decidido.
Hace unos años hubiera escogido ser gata callejera, requerida por legiones de gatos maulladores en noches de luna llena disputándose el honor de mi conquista mientras paseo orgullosa rabo en alto, pero ya no estoy pa trotes, cambio aventura por plato de comida y cojín mullido, con lo que una fue y para lo que se ha quedao…
…Un libro: Cualquiera que tenga para alguien un significado especial, un libro hojeado cientos de veces, desgastado de tanto leerse y conservado con amor. Un libro que ha sido acariaciado en su lomo, abrazado contra el pecho, y olisqueado con los ojos cerrados, porque ¿hay algo que huela mejor que un libro?
…Un coche: Un coche antiguo y señorial, con diseño retro, negro y reluciente, con asientos de cuero color crema y detalles en madera, pa chulo mi pirulo.
También, hace unos años hubiera escogido un jeep polvoriento con capota de quita y pon y cinco descerebrados haciendo el loco dentro, pero lo que decimos del gato…ya no.
…Una película: De las que te hacen llorar suavecito, y te descargan de tus propias penas. Una película con muchos diálogos y situaciones cotidianas con las que identificarse, con su punto de comedia y de drama, como la vida misma.
…Un árbol: Hace poco comentaba con Silvia, y le decía que me gustaría ser un gran arbol solitario en mitad de una colina, con un tronco fuerte y robusto, y ramas que se extienden dando sombra y frescor, el típico árbol bajo el que vinieran los enamorados a tumbarse y a sellar su amor con tatus de corazones en mi corteza…No sé que me pasa, estoy de un cursi vomitivo.
…Una canción: No es mi favorita, hace años que no la buscaba, mejor así, es buena señal, pero durante una etapa de mi vida me definió, y ahora, por algo será, es la primera que me ha venido a la cabeza.

 …Una bebida: Estoy por dejarlo así, y jugar a ver si la adivináis, seguro que sí…
…Una comida: Me iba a poner ordinaria, pero voy a resistir la tentación y lo facilón. 
A ver…hummmm……….salsas, me encantan las salsas, y todo lo que lleve quesos, cuanto más fuertes mejor, y patatas, hervidas, fritas, al horno o como sean. Si la guarnición viene acompañada de salsa, pan crujiente y patatas me como lo que sea.
…Una prenda de vestir: La respuesta de Cecilia me ha parecido genial, unos calcetines gordos y resistentes. De nuevo, podría decir que me obsesioné con la ropa interior sexy, sensual…pero el momento ya pasó, ahora soy de pijama y pantuflas, se le llama decadencia.
Me quedo con un vestido largo y entallado de flores en gasa y para romper, botas militares, ya dice el coriano lo elegante que soy.
…Un cuadro: El que hay en mi comedor, porque no tiene valor pero tiene su historia. Me lo regaló mi hermana y cuando la seta era pequeñita le contaba un cuento en el que cada figura del cuadro era una de las mujeres de nuestra familia: la abuelica vieja, mi madre, mi hermana, mi niña y yo, cada una de nosotras quedó identificada en el cuadro para siempre.
…Un edificio: Me ha venido a la mente una imagen onírica de un casón antiguo descascarado rodeado de una verja y un jardín húmedo, sombrío y descuidado, pero no. Después de este fin de semana le dedico a mi hermana mi deseo: Un piso antiguo de techos altos en el Borne. Estuvimos por allí elucubrando y
fantaseando. Cuando seamos viejunas, con la cabecica medio ida, achacosas y llenas de manías, viviremos juntas en un piso así, rodeadas de gatos, libros y cachivaches, charlando durante horas de los mismos temas, del pasado, y esperando a que la seta venga a vernos y se quede unos días con las dos chaladas.
Ah! bajaremos a pasearnos el Borne toooooodos los días, hay tanta vida! y nos sentaremos a tomar un café a media tarde, o un mojito también.
Venga! Y ahora nominaciones. Paso ésto a:
Silvia
Ana
Jatz
Matt
Releyendo me acabo de dar cuenta de que no he interiorizado mucho lo del «si yo fuera…» y en muchos casos me he limitado a decir lo que me gusta a mí, pero ya es tarde, no rehago ni loca.

Y la cadena queda así:

1. Elvis
2. Álter
3. Cecilia
4. Inma

Aquí no hay quien viva

Este año soy la Presidenta de la Comunidad de vecinos. Bajo esa premisa sólo puede salir un bonito post que adornaré con florecillas y pajaritos cantando.
Cualquiera que tenga un blog personal y pase por este trance en algún momento escribirá una entrada sobre el tema, si no lo hace es que no sabe aprovechar las oportunidades que la vida le brinda. Ser la presidenta de la escalera es una experiencia cuasi religiosa, religión satánica, pero ese es otro asunto. Imprime carácter, es un punto de inflexión que te enfrenta a situaciones límite y te hace crecer como persona, quien no haya pasado por ello no puede decir que ha vivido, le falta la sal de la vida, enfrentarse a lo oscuro, hay un antes y un después en su visión de las cosas.
Básicamente, y resumiendo, si transcurrido el año sigues saludando a los vecinos con naturalidad sin esconderte cuando los ves asomar maldiciendo por no llevar peluca y barba postiza, si al cruzarte con ellos eres capaz de controlar las fantasías en que te ves catana en mano cortando lenguas, si has reprimido el deseo de cruzar unos cables y que aquel que toque tu timbre se electrocute, y llegas a fin de mandato sin haber solicitado otro número de teléfono o puesto en venta el piso con la intención de salir huyendo, puedes decir que has superado la prueba y alcanzarás el Nirvana. No es el caso, me queda un mes y hoy voy a comprar la catana, creo que está todo dicho.
Si de los propietarios digo que la mayoría están jubilados por edad o enfermedad, y viven solos, poco hay que añadir, demasiado tiempo libre, mucha soledad, mucho aburrimiento y muchas ganas de tocar los cojones. ¿Un tocacojones nace o se hace? Yo creo que nace, pero en condiciones ideales crece y florece en todo su esplendor.
Siempre pendientes de olores, ruídos, suciedad, molestias insoportables…señores míos ¿no tienen vida propia, aunque sólo sea la interior? ¿Solamente saben sacar la nariz por la escalera a olisquear, y los ojos por el balcón a indagar y buscar en que ocupar el día? Por dios! en lugar de Administrador nos saldría a cuenta contratar un monitor de entretenimiento de esos que hay en los complejos de vacaciones, y que me los tenga ocupados bailando el waka waka o algo.
Se juntan el hambre con las ganas de comer, en el otro extremo yo, partidaria del vive y deja vivir e interesada únicamente en lo que ocurre puertas para adentro de mi casa, con decir que colocaron un pasamanos en la escalera y me di cuenta al mes y porque me lo dijo mi hija…
No sé si es un defecto o una virtud, pero es que a mí no me molesta nada, todo me parece aceptable, comprensible y nada me apetece menos que llamarle la atención a un vecino. Siempre hay límites que no deben cruzarse, pero joder! hay que ser tolerantes. Jamás me he quejado de nada ni de nadie, por la misma regla de tres claro, me molesta sobremanera que alguien venga a tocarme el higo porque a las 6 de la tarde tengo la música muy alta, si viérais mi mierda de equipo os entraría la risa, no da para molestar, o me pregunte que marca de cigarrillos fumo porque alguien de la escalera oh sacrilegio! tira todos los días la colilla del cigarro en la acera justo a la entrada de la portería.
El caso, hay niveles en el grado de tocacojones, y uno se lleva la palma. El tío es el típico al que le va el rollo, le gustan estos saraos que se le va a hacer, siempre hay gente pa tó, y ya le he dicho en más de una ocasión que se quede la presidencia si tanto le gusta, y sino, que me deje a mi aire y en paz, pero no. Recuerdo a Susana con lo de «más vale una vez colorada que ciento amarilla» yo he pasado ya al tono naranja después de amarillearme varias veces. Un error por mi parte, tenía que haber sacado el rojo pasión el primer día y que el buen señor hiciera el vade retro al pasar por delante de mi puerta.
De cualquier manera, y entrando en refranes, hay otro que podría complementar éste, y es el de «a buen entendedor pocas palabras bastan», creo que no sería necesario ponerse colorada si la gente leyese las señales, si este señor no saca conclusiones de la mala cara con que le abro la puerta, mis gestos de impaciencia, y mis frases eludiendo directamente el tema, sin excusas, diciéndole que no quiero ser presidenta y que se encargue él ya que le mola, pues oye, no es mi culpa.
Tenemos un Administrador, y yo como Presidenta no tengo ningún problema, y lo hago gustosa, en telefonear para avisar de que el ascensor se ha estropeado, de que a la vecina del cuarto se le filtra agua del terrado comunitario o que la puerta del parking no cierra bien, pero me niego a asumir la responsabilidad de regañar al de los Bajos porque la portería huele a perro, o al que baja fumando por la escalera, o porque la perrilla del otro hace el pipi justo al salir de la portería. Yo no soy policía, y además para más inri, no me molesta nada de todo ésto ¿te molesta a ti? Pues vas tú y montas el pollo.
No lo entiende, o yo no lo entiendo a él, y así llevamos todo el año. Que noooooooo, que no estoy por la labor ¿no ha quedado claro? Pues para rematar la última, que lleva dos semanas jugándose la vida llevando al límite mi paciencia.
Su última obsesión es que la Administradora no trabaja bien y no hace su faena. Ha bajado tres veces a mi casa, más otra que me enganchó a traición en el parking. Me ha inflado la cabeza de datos, cifras y fechas – Y tú Inma, como eres la Presidenta, deberías llamar y reclamar todo ésto, porque no puede ser, porque nos toma el pelo, porque no hace nada, porque estamos muy descontentos, porque… porque… porque…– Yo dándole largas – Si es que yo no me entero de nada jijiji, ya sabes que soy un poco desastrín – Así, hablándole de buen rollo quitándole hierro al asunto – Ah no Inma! eso no puede ser! tienes que involucrarte Si es que me da pereza ¿no le estamos pagando? pues déjala a su ritmo, ya enviará a los de la limpieza del garaje jejeje – y así…
Ya harta la última vez le digo – Pues vaaaaale, ya llamaré y le comento todos esos puntos Sí, sí, y dile que estamos muy enfadados con ellosQue siiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!! veeeeeeeenga!
Llamo. La Administradora no puede ponerse, la secretaria me dice que le pasa nota y me llama más tarde o le explico y ella le comenta – Pues mira, ha bajado tocacojones y me ha dicho esto, esto y esto, y por favor (palabras textuales) dile que se lo mire, porque los vecinos están muy descontentos
Dia siguiente: me llama la Administradora como una moto – Ah no! tus palabras son inadmisibles! ¿Como se te ocurre llamar gritando? ¿Perdón? ¿yo gritando?Bueno…gritando…diciendo… Ah! no, no! primero aclaramos ésto! ¿En algún momento yo ayer grité o dije algo fuera de lugar? – Aquí ya si que he levantado la voz, esta señora no tiene ni puta idea de quien soy yo gritando – Es que eso de que estáis descontentos…aquí los que estamos hartos de la Comunidad somos nosotros, porque cada dos por tres viene alguien dando quejas o pidiendo cosas por su cuenta…Mira…vamos a ver…si tú tienes un mal día o estás hasta las narices de todo no es mi problema. Conmigo es la primera vez que hablas, y no hago más que trasladarte las quejas que me han llegado, que total a mí, te seré sincera, todo ésto me la repampinfla, pero a tocacojones ya lo conocesPues eso, que quiero que vengáis tú y tocacojones a ver las cuentas y a que os de explicaciones¿Sabes qué? Que sí, que yo se lo digo pero va a ir él solito, que es el que tiene problemas, a mí me dejáis en paz –
Llamo a tocacojones y le explico la conversación. Se pone como otra moto diciendo pestes de la Administradora, yo mientras tanto con los ojos en blanco y hasta el pepe.
Ayer a media tarde suena el telófono – Tocacojones al habla ¿estás ocupada? – Miro al coriano con ojillos de resignación – ¿Qué quieeeeeres? ¿Podemos hablar un momento?Ahora subo – Coriano, voy a ver que quiere éste ahora, paso de que baje a casa.
He ido a hablar con la Administradora. Mira Inma, seré claro, ella tiene razón en todo – Se me escapa una carcajada histérica que lo descoloca, que corto es este hombre – Uy!¿De que te ríes? De nada… nada…sigue…
Pues me ha estado explicando que ésto es así porque blablabla, y lo otro es porque blablabla, y lo hemos aclarado todo, porque hablando se entiende la gente Inma, y claro, como está tan enfadada contigo porque no quisiste hablar con ella y se lo soltaste todo de mala manera a la secretaria…
Si ésto fuera un cómic, aquí irían los rayos y centellas, símbolos de palabrotas y escupitajos varios – O sea, que vienes a casa tropecientas veces a hincharme la cabeza…Oye! No te permito…Ni no me permites ni hostias! Todo el día ñiñiñi…¿Que quieres decir con ñiñiñi? ¿Cuantas veces he ido yo a tu casa a molestarte? – ésto con cara de ofendido – Muchas, demasiadas. Me haces llamar, traslado tus quejas, recibo de la Administradora ¿y ahora me echas bronca tú también? Pero bueno! Me siento como una imbécil! ¿os estáis cachondeando de mí o qué? Te dije desde el primer momento que todo ésto me importaba una mierda! ¿Ves? – Ahora me pone cara de resignación – No me extraña, si le hablaste así a la Administradora como os íbais a entender, contigo no se puede discutir, te pones demasiado nerviosa – Aquí ya nos enrocamos y sobra lo demás, tres cuartos de hora que si tú, que si yo, un desgaste innecesario y sin creerme que la situación estuviera ocurriendo de verdad, surrealismo al poder.
Conclusión: Como dice mi madre «Mierda pa el correo que va y viene«

Feliz Cumpleaños

Sé que te hará ilusión que escriba ésto, y a mí también hacerlo y además compartirlo en el blog. Mañana, 2 de junio, mi seta cumple 14 añazos. Catorce espléndidos y maravillosos años que he disfrutado y sufrido junto a ella, mi estrella, la luz de mi vida.
«Elisa, mi alma, mi cielo, mi sol
Elisa la estrella de mi corazón.
Elisa, toda mi alegría,
toda mi esperanza,
toda mi ilusión»
Cuando hacía reposo desde las 22 semanas, largas horas tumbadas en la cama o el sofá con prohibición de levantarme salvo para ir al baño intentando evitar las contracciones y un nacimiento prematuro, que al final se produjo, me inventé esta canción para ti y te la cantaba con las manos apoyadas en la barriga siguiendo tus movimientos. Me encantaba sentirte ahí dentro, protegida y tan mía, no tenía prisa por verte nacer, me gustaba ese estado, tanto que después pasé semanas echándote de menos dentro mío, notándome vacía y como si me faltara algo.
Utilicé la canción como nana durante los primeros tiempos, cuando empezaste a hablar eras tú la que me la pedía – Mami, cántame mi canción – A día de hoy, en momentos tristes y de aflicción para ti aún solicitas su consuelo – Mami, como cuando era pequeña, acúname y cántame la canción – Entonces yo cojo en brazos a mi niña grande, que se enrosca alrededor de mi cuerpo, y mientras le acaricio el pelo le susurro al oído la melodía mágica, y vuelvo a tener a mi bebé y me la como a besos – Mami…hummm…¿estás llorando? No cariño…– pero no puedo evitarlo, siempre me emociono y se me humedecen los ojos.
Mami, cuéntame cosas de cuando era pequeña… – Y ahí voy yo, creando desde hace años recuerdos artificiales, momentos que su memoria no registró pero están, a base de repetírselos, seguramente hasta con imágenes.
¿Te acuerdas cuando tenías dos años y me empeñé en que dejaras el chupete? – Si casi no lo usabas, sólo para dormir, pero no sabía todavía que tú tienes tus ritmos y yo siempre quería adelantarlos y adecuarlos a lo que decían los libros, que idiota…he aprendido que al final, cuando llega tu momento, tomas tus decisiones sola, y no necesitas a nadie, eres mucho más lista de lo que yo siempre he creído.
Seguí los consejos de una compañera, que habían dado resultados con su hija, e impregné tu chupete en orégano, te lo enseñé y te dije que se había llenado de bichos. Aún recuerdo el salto que diste en el sofá desde el asiento al respaldo, igual que si hubiera saltado un resorte, y los chillidos como si alguien te estuviera despellejando viva –Mamiiiiiiii!!!!!!!!! Mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Mi chupeteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me entró la risa, no pude remediarlo, un pelín histérica has sido siempre, y verte transformada en la niña del exorcista me descolocó, no era esa la reacción que me habían vaticinado, cuando empezaste a ponerte morada lavé corriendo el chupete y te lo devolví. Pasadas unas semanas me dijiste con tu lengua de trapo y tu vocabulario poco elaborado que ibas a intentarlo pero a tu manera – Mami, yo no lo uso, pero me lo dejas al lado porque saber que puedo usarlo me tranquiliza – Siempre has tenido tus sistemas, siempre has buscado seguridad, la sensación de que puedes dar marcha atrás aunque hayas tomado una decisión, siempre una puerta abierta…
Lo mismo ocurrió con los pañales, cuando te vi con la carita de desconcierto y angustia, estresada, decidí que tus esfínteres tal vez estaban maduros, pero tú no y probablemente yo tampoco. Un año más tarde te los quité antes de empezar preescolar y lo asumiste con total naturalidad, fue como si nunca hubieras tenido necesidad de llevar pañales, y yo iba aprendiendo a través tuyo como hacer las cosas, aunque lentamente, cuando lo consiga ya no me necesitarás y habré cometido todos los errores habidos y por haber, y los habrás pagado todos.
Mami ¿te acuerdas del tonto aquel que quería cortarme en un ojo?El dermatólogo loco… Joder con el tipo! menos mal que reaccioné a tiempo ¿eh hija? – Se empeñó en que había que analizar el eccema que te salía en los párpados y que quería tomar una muestra de piel. Cuando te expliqué en casa lo que te iban a hacer los gritos creo que llegaron hasta la consulta del Doctor, y supe que ni sedada ni hostias, no te ibas a estar quieta y allí se iba a liar la de dios es cristo, y la pequeña cicatriz iba a ser más que pequeña, así que me presenté de nuevo y le dije que a mi niña no se le acercaba un bisturí porque no me daba a mí la real gana y que me recetara una pomada – …Pero es que igual le doy la equivocada y no le sirve de nada… Bueno, pues probamos, y luego ya veremos…– Te desapareció el eccema, todavía nos preguntamos las dos en que estaba pensando el buen hombre para pretender matar mosquitos a cañonazos.
Mami ¿te acuerdas del perro de aquella casa que me asustaba ladrando cada día al ir a la piscina? Me dijiste que me ladraba porque olía mi miedo, y trazaste un plan, al llegar a su altura nos parábamos y nos lo quedábamos mirando fijamente cogidas de la mano, si ladraba, nosotros le ladrábamos a él, a los dos días dejó de hacernos caso, fue tan guay…como magia…
Mami, cuentame como os regañaba subida al sofá…– Pues tú todavía no sabías hablar, tardaste bastante porque no tenías necesidad, cuando querías algo me cogías de la mano, me arrastrabas y señalabas con el dedo lo que deseabas mientras con la otra mano tirabas de la mía con fuerza hacia abajo – Así no va a hablar nunca – me decían. Como suele suceder, cuando empezaste no paraste, un loro – Esta niña usa palabras que no son normales – el caso era tener siempre algo que objetar – Es que sólo se relaciona con adultos Pues verás que problemas cuando empiece a ir con niños…– El caso, de repente te subías al sofá, nos mirabas y comenzabas a soltar un discurso en tono de arenga militar mientras nos ibas señalando con el dedo, te faltaba el bigote para parecer un Hitler pequeñito – asghfduull fery rutlej pesqudstljhs as tadf !!!!!!!!! ¿Que nos estará diciendo esta niña? Pues nos está poniendo verdes, eso está claro…
¿Y cuando venías todos los días al cole a verme a escondidas para que yo no me diera cuenta? – Te echaba tanto de menos Elisa…tenías sólo tres añitos, te llevaba al cole por la mañana y ya no llegaba a casa hasta las once de la noche, tú ya estabas dormida en casa de los abuelos, así que por las mañanas hacía la faena corriendo y a la hora del patio me plantaba allí a verte entre los agujeros del seto, a vislumbrarte más bien, faltó poco para que la policía viniera a investigar quien era la loca aquella que acechaba día tras día con un ojo entornado enganchada a los alambres de la verja sonriendo. Era como una adicción, una forma de irme a trabajar más motivada. Así descubrí que sólo te relacionabas con niños, las niñas no te interesaban lo más mínimo, e hiciste tu primer grupo: Tarik, Jordi, Ori y tú, los cuatro trepando por todos los lugares prohibidos, o corriendo en círculo hasta caer mareados, cogidos de las batas por detrás, rebozados en arena en el suelo. Mientras tanto las niñas charlaban amigablemente en un rincón gesticulando mucho y dando de comer a las muñecas.
¿Sabes que fui novia del Jordi, y luego del Tarik? – Como no voy a saberlo hija, llevabas al Jordi como un perrillo detrás tuyo todo el día, luego al Tarik como no hacía lo mismo, lo cogías por detrás por el cuello de la bata y lo arrastrabas por el patio cuando querías que jugara contigo, al final el único que te gustaba era el Ori porque era el que nunca te hizo caso y pasaba de ti. Mientras las demás mamás cascaban como cacatuas y yo entraba al turno de mañana pudiéndome permitir quedarme contigo en el parque, me dedicaba a observarte, y no quería que nadie viniera a distraerme, tú te acercabas orgullosa con tus amigos – Mami, dales galletas de las nuestras…– 
Podría llenar un año entero de entradas en el blog sólo con recuerdos tuyos, anécdotas y vivencias, como cualquier madre, desde luego, cada una tenemos las nuestras, son tesoros que guardamos para siempre. No he seleccionado, seguro que cuando leas ésto me dirás – ¿Porqué no has contado ésto o lo otro, que era más divertido? – Si me pongo a hacer ese ejercicio no terminaría nunca, así que he escrito lo que me venía a la cabeza mientras tecleaba, no será lo más representativo, pero es que he contado ya en otras entradas tantas historias, que no quería repetirme.
Hace unos días al levantarte, mientras desayunábamos, me dijiste con el gesto torcido – Mami, no se que me pasa estos días que no me siento feliz, ni pensar en irme con papá este finde de camping me hace ilusión – Se me escapó la risa y te mosqueaste. Me reí porque tu frase me dio a entender que no sentirte feliz es para ti un estado excepcional, o eso creí entender, y porqué yo sabía cual era el motivo de tu «infelicidad» Agobio profundo porque en plena época de exámenes, para que pudieras irte con tu padre, yo te había trazado un plan de estudio riguroso e intensivo amenazando con que de no cumplirlo no te ibas, y tú anticipabas todas las horas que te esperaban. Has cumplido, estamos a mitad de camino y lo estás logrando pese a lo mucho que te cuesta disciplinarte, y yo me siento orgullosa de ti.
Cada día me siento más orgullosa, y avergonzada por las veces que he dudado, también por todas las veces que no te he concedido el beneficio de la duda y he dado por hecho que no serías capaz, que tomarías la decisión equivocada. Voy descubriendo a la adulta que serás, con mucho más sentido común del que yo preveía, más fuerte y valiente de lo que imaginaba, más segura de lo que intuía. Formando tu carácter entre el oleaje de mis consejos, mis advertencias, mis pesadeces, mi impaciencia, y tu propia forma de hacer las cosas, para llegar muchas veces al mismo lugar dando un rodeo pero aprendiendo por el camino.
Te agradezco la relación que mantienes conmigo, a una edad en la que alejarse y aborrecer a tus progenitores es habitual, tú estás ahí, contando conmigo, explicándome tus cosas. No todo, lo sé, no soy tu amiga ni lo pretendo, pero tampoco soy una mamá convencional, y nos hemos explicado cosas una a la otra que no suelen compartirse entre madre e hija al menos a estas edades. No sé si eso es bueno o malo, sólo es. Es el punto al que hemos llegado sin proponernoslo ninguna de las dos, construyendo sobre la marcha.
Me llamas pesada, te rebotas, te grito, me desesperas, y sin embargo ahí estás contándome confidencias, compartiendo tus dudas, tus penas, tus alegrías, solicitando puntos de vista, siempre pidiendo más de lo que me parece razonable para tu edad, como dice la tata -tu segunda mami, la mami irresponsable divertida, estilosa y molona – empatizamos demasiado contigo, no lo podemos remediar y al final terminas consiguiendo casi todo lo que te propones, aunque seguro que en ésto no estarás de acuerdo.
Bueno, chiquitita, mi potorrina, que te quiero, que te queremos más de lo que eres capaz de imaginarte, pese a sentirte amada. Que nos preocupamos por ti, a veces en exceso, ya lo entenderás algún día…
Que cumples 14, y eres una adolescente cojonuda buscando tu camino y tu manera, y yo – vuelvo a repetir – me siento muy orgullosa de ti y de ser tu madre.
FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!!!!!